lunes, 16 de febrero de 2009

Hexenjagd und Xanten

Después de la entrada de nuestra infancia, el mundo sigue girando y bueno, si queréis ver los vídeos, pues ya sabéis, bajar un poco, pero el blog tiene que seguir andando o como diría Freddy Mercury, bueno, pues eso.

En la entrada de fin de año dije que el 31 de diciembre no significa nada para mí, bueno pues este fin de semana ha sido San Valentín; no es que esa fecha no me diga nada, es que directamente me cae mal, sí ya sé que es raro que un día te caiga mal, oye, pues a mí me cae mal, a lo mejor es porque no tengo quien me muerda la orejilla y me diga cositas por las noches, no lo sé; a lo mejor es igual que lo que pasa entre Córdoba y Sevilla (o entre todas las provincias andaluzas y Sevilla), que nos caen mal porque se lo merecen y punto (con todo mi cariño pa la gente de Sevilla que conozco, que me caen de putísima madre); pues eso que el día de San Valentín se merece caerme mal y por eso me cae mal.

Y ya he hecho mi contribución al boicot internacional contra San Valentín (después de boicotearlo en facebook); así que paso a contar como me ha ido el finde, pa quien quiera saberlo. El viernes no hice nada especial, así que mejor no os aburro (es lo que tiene tener tiempo libre, pero ser el único de tus amigos que lo tiene), en fín que ese día youtube y facebook me lo agradecieron un montón, porque además estaba medio llovizqueando.

El sábado me cogí a Santi (en el sentido no argentino de la palabra, evidentemente) y fuímos a cenar por ahí y luego al teatro a su instituto a ver Hexenjagd (de ahí la primera parte del título), que es Caza de Brujas en español de Arthur Miller. Entonces descubrí que el hecho de que mis alumnos no vocalicen nada cuando hablan, no ocurre sólo en mis clases, es que los niños alemanes no saben alemán, o por lo menos, no saben pronunciarlo bien para que yo me entere. ¡¡¡¡Madre mía!!!! Menos mal que ya sabía de que iba la obra y medio conocía a los personajes, de no ser por eso no me habría enterado de nada. Pero tengo que decir que me gustó bastante y que me acordé un montón de Wheaton, y de mi curso de escritura de obras de teatro y de cuánto me gusta actuar y de que tengo que hacer algo con mi tiempo libre y de que si me vuelvo el año que viene a España no voy a tener tiempo libre, ni trabajo, ni grupo de teatro (aunque de eso, este año tampoco tengo), ni nada de nada, sólo apuntes de oposiciones y una vida aburrida sin viajes ni trenes gratis. Bueno, a lo que iba, que después del teatro fuímos a tomarnos una cerveza y luego cada uno a su casita.

El domingo había gente que todavía estaba celebrando San Valentín (véase María y Soraya) y quien no estaba celebrando pues tenía que trabajar (véase Juliana y Santi); así que me cogí a mí mismo (de nuevo, en el sentido no argentino de la palabra, lo cual habría sido bastante curioso) y me fuí a Xanten (de ahí la segunda parte del título). Xanten es un pueblecito de aquí cerca (45 minutos en tren) que fue colonia romana, sí habéis leído bien, colonia romana, de hecho, la segunda colonia romana más importante de la Germania Inferior; lo cual para los habitantes de la capital de la provincia Bética (todos sabemos cual es, no hace falta repetirlo, como no hace falta falta repetir que también fue la capital del imperio omeya) pues no es muy impresionante; pero bueno, allá que fuí. Xanten tiene una iglesia gótica bastante chula por fuera (porque por dentro está de obras), una casa también gótica que es un restauante, la reconstrucción de algunas casas romanas y el museo romano, y para ya de contar. Vaya, que en una mañana está más que ventilada. Lo curioso fue ver nevar en un poblado romano; para mí que estoy aocstumbrado a relacionar el Imperio Romano con el sol y el calor del Mediterráneo y de Córdoba, estar abrigado hasta arriba en un anfiteatro y que de repente empezara a nevar fue cuanto menos curioso.

Pues bien, a las tres de la tarde ya tenía Xanten para rato, así que decidí poner rumbo a la estación y volver a casa; no sin antes pasar por una cafetería para tomarme un Apfelstrudel y un café con leche.

Y bueno, ese ha sido mi fin de semana, el que viene tocan los Carnavales de Colonia. ya os contaré.

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