jueves, 5 de enero de 2012

Las vacaciones llegan a su fin

Pues sí, todo lo bueno se acaba. Esta noche vienen los Reyes Magos cargaditos de regalos, pero como creo que este año no he sido un niño bueno, pues me van a traer carbón (o incluso peor, ni siquiera carbón), de todas formas, el comienzo de este 2012 no ha ido mal del todo.

Los objetivos para las vacaciones los he ido cumpliendo más o menos a buen ritmo. El DNI me lo renové en su día y os lo conté, me he ido de fiesta con casi todos mis amigos de Córdoba y parte de los forasteros (y con los que todavía no, aún me quedan dos días para intentarlo), me he rascado la barriga más de diez minutos cada día, he jugado con mis sobrinos, sobre todo con A, que es la que más se ríe cada vez que ve a su tío, me he reído con conversaciones absurdas y no absurdas, he comido con la familia y los amigos (de hecho, ha habido más días con comidas especiales que sin ellas), no he cocinado nada de nada, y espero haber engordado menos de cinco kilos (pero tampoco me voy a poner a comprobarlo, no hay necesidad).

No me comí la Zapatilla en Madrid, porque el sitio estaba cerrado, pero lo compensé con lomitos con sobrasada y cabrales en Lavapiés, con más tapeo por Lavapiés, y con una visita a la casa asturiana de Madrid, en compañía de mi despojo favorita (y su abrigo de pieles de tres euros) y una amiga suya; no he ido al cine, pero he visto "Siete novias para siete hermanos" (además, desde que no echan la nueva de Harry Potter cada Navidad, no es lo mismo). Y como bien previó sabiamente morti, no he corregido los exámenes (auqnue casi) ni he preparado los cinco que tengo que poner a la vuelta (ni por asomo he empezado).

Y la vista al norte, en concreto a Salamanca, me lo he pasado como los indios y como somos así de listos no hay fotos. Lo malo, que ya se acabó, lo bueno, que sucedió. ¿Queréis más detalles? Pues como bien escribió Molinos (a quien no conozco absolutamente de nada, pero tiene un blog que ya lo quisiera escribir yo) una vez: "en este blog no escribo todas las cosas que me pasan".

A veces soy como morti que
comparto con vosotros hasta el trozo más chocolateado del bollicao, el que todo el mundo se tragaba de un bocado en los recreos para que no diera tiempo a que alguien le pidiera un cachito
Y a veces me pasa como a desparrunzando, que una vez tuvo que proponerse escribir algo más personal en su blog, para no parecer un articulista del 20 minutos.

Ea, sed felices (que llevaba un tiempo sin decirlo).

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