martes, 8 de octubre de 2013

1 por cada 10

A primeros de año me planteé escribir dos o tres entradas semanales y no lo llevaba demasiado mal, pero entonces llegó el verano, y cuando acabó el verano llegó la Limmerstraße. Además, el propósito de perder cinco kilos también lo llevo más bien regular; si el propósito fuera ganarlos ya lo habría cumplido. Lo dicho, que la Limmer se cruzó en mi camino.

Pero ahora estoy en Córdoba, en casa de mis padres, dos semanas, y aunque están mis cuatro sobrinos que me dan la vida (la semana pasada conocí por fin a la más peque de los cuatro) y me he vuelto a matricular en la Universidad (en la UNED), no es eso de lo que voy a hablar. Aquí hay una limpiadora/portera y unos vecinos que me dan para escribir tres entradas cada día (y algunos vecinos que incluso me hacen plantearme mi rechazo a la violencia). Pero tampoco vengo a hablar de eso. Dicen que cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba y el tonto sigue. Murcia no va a convocar oposiciones de Secundaria este curso (por segunda vez consecutiva) (la noticia aquí).

Para quien no lo sepa, todos los años hay oposiciones de educación, pero - excepto en las Comunidades con idioma propio - los años impares son de Primaria y los años pares son de Secundaria, Formación Profesional y Régimen Especial (Escuelas de Idiomas, Conservatorio, etc.). En 2012 la convocatoria de oposiciones fue de risa (en los pocos sitios donde hubo) y en 2014 ya anuncian que en Murcia no habrá (estoy seguro de que antes de Navidad más Comunidades harán anuncios similares).

Cada vez veo más claro un futuro muy oscuro para la educación en España. Mientras por cada diez docentes que se jubilan sólo se puede contratar a uno, las distintas administraciones contratan a dedo a cada vez más chupatintas ineptos (porque si al menos fueran eficaces no me indignaría tanto).

Me jode mucho. No ya por mí, que he rechazado tres ofertas de colegios privados/concertados para venirme a España en algo más de dos meses (dos de ellas cuando ya tenía una razón menos para quedarme), sino por quienes os quedáis y aún no me leéis. Por mis cuatro sobrinos que estarán en aulas cada vez más superpobladas y por España, que tiene unos gobernantes desde el Presidente del Gobierno hasta el último concejal de un pueblo con 14 habitantes perdido en las montañas que se merecen vivir una temporadita con mis vecinos del 5º A, quizá no aprendan a gobernar, pero iban a sufrir un rato, que es lo único que se merecen.

2 comentarios:

Turzi dijo...

¡¡Ánimo, Sr. Rísquez!! Por cierto, una preguntita sin malicia: ¿cuáles son las comunidades que no tienen idioma propio? ¿en qué hablan entonces? ;-P
Un abrazo.

afra dijo...

Muchas gracias por los ánimos, señor Turzi. Ya usted me entiende con lo de "idioma propio" ;-P

Aunque cada vez tengo más la sensación de que el andaluz se acerca más a la definición de idioma que de dialecto. Incluso algunos españoles se me quedan mirando mientras sonríen y asienten con cara de "¿qué coño está diciendo este tío? no me entero de nadaaaaaaa".

Siete años fuera y sigo con mi acento cordobés (y maldito el día que me desaparezca, si es que llega).

Un abrazo hasta el otro lado del charco