domingo, 13 de octubre de 2013

Planes y operaciones

Llega un momento en la vida (que suele caer sobre el día quince del mes) en el que uno se plantea que quiere mejorar su vida. No mejorarse a uno mismo mejorando el mundo en plan irse de cooperante/misionero al cuerno de África, sino cosas más sencillitas. Normalmente ese estado de decisión y firmeza absoluta se pasa con la primera cerveza. Pero a veces nos marcamos un objetivo y trazamos un plan y en ocasiones incluso llevamos ese plan a cabo ¡Bien por nosotros! Por eso ahora mismo tengo cuatro frentes abiertos: el Plan Merkel, la Operación UNED, el Plan Renove y la Operación Boda(s).

Operación Boda
En marzo se casaron dos de mis mejores amigos (entre sí, así que me ahorré una boda) y desde prácticamente el verano anterior empecé la primera Operación Boda. La Operación Boda es como la Operación Bikini, pero como a mí no me sienta bien el bikini (por eso de tener paquete y pelos en el pecho) pues mejor pierdo kilos para ponerme un traje e irme de boda. Además este año no tengo una, ni dos ni tres, sino tres bodas; así que la operación boda la voy a amortizar.

Mi objetivo de principios de año de perder cinco kilos lo llevo mal no, lo siguiente.
Este soy yo antes de la Operación Boda...
Vamos que ahora mismo tengo puesta una camiseta que me compré cuando vivía en Estados Unidos y no me queda holgadísima, como debería. Para que os hagáis una idea de cómo estaba cuando vivía allí, sólo os diré que cuando volví a España mi abuela me dijo estaba gordo y que tenía que perder peso. ¿Habéis oído alguna vez a una abuela decir que su nieto está gordo y que tiene que perder peso?

...y este voy a ser yo después de la Operación Boda

Plan Merkel
El otro me metí en mi cuenta del banco para ver si me habían subido el sueldo (sí, hago esas cosas) y me dio por mirar cuánto me he gastado en el mes de septiembre. Y descubrí horrorizado que cada vez me parezco más a la Junta de Andalucía, el Gobierno de España y la República de Weimar. En contra de todos mis principios he gastado más de lo que ingresé. Que tampoco es un drama porque en estos últimos 36 meses todos los meses he ahorrado, así que no he entrado en números rojos.

De todas formas he decidido seguir la senda marcada por Angela (aunque un vecino mío se empeñe llamarla Margaret Tatcher) y empezar a reducir gastos de forma drástica. Lamentándolo mucho voy a tener que eliminar reducir los mojitos de los jueves, los cócteles de los viernes y las BUM de la sede (además de mi bolsillo, lo mismo mi hígado también lo agradece).

Operación UNED
Como ya anuncié en algún momento por aquí, solicité la convalidación en el ministerio para poder quedarme enseñando en Baja Sajonia. El reconocimiento como profesor de inglés fue automático, pero para poder trabajar de profesor de español una vez que se termine el programa de profesores visitantes tengo que hacer algunos créditos de hispánicas y como puedo hacerlos en la UNED pues ya me he matriculado y he empezado a estudiar.

¿Sabíais que Unamuno aprendió danés para leer a Ibsen y Kierkegaard? Hay que ver lo que aprende uno cuando se pone a estudiar hispánicas.

Plan Renove
Pues nada, que hay que cambiar las sábanas más a menudo. Y hasta aquí puedo leer.

1 comentario:

. dijo...

Intriga total con el plan Renove. Tu público QUIERE SABER.