miércoles, 5 de marzo de 2014

Entra en mi vida

Por diferentes avatares del destino me veo en la obligación de leer libros que de otra forma no habrían caído en mis manos. Uno de esos libros es Entra en mi vida, de Clara Sánchez. El sábado me fui de fiesta a Braunschweig y para matar el tiempo en el tren empecé a leerlo. Me lo he terminado hoy martes en una hora libre que tenía en el instituto. Ya sé que 480 páginas no es que sean una burrada, pero he tardado cuatro días en devorarlo terminarlo. Creo que eso os puede dar una idea de cómo te atrapa el libro.

Desde la última reseña que escribí han pasado casi diez meses y en este tiempo he leído bastante (pero mucho menos de lo que me gustaría) en español, en alemán y en inglés. Me he leído Eine Wohnung mitten in der Stadt, que se podría entender como continuación de An einem Mittwoch in September y Das einzige, was zählt, el otro libro que, aunque no tenga mucho que ver, podría formar una trilogía con los dos. Lo cierto es que me han gustado, pero al final siempre encontraba una escusa para no escribir una reseña. He leído más libros en alemán, algunos divertidos y otros tristes, algunos me emocionaron y otros me aburrieron tanto que simplemente no pude terminarlos.

También he leído en inglés, en parte por obligación y en parte porque tengo la sensación de que el idioma me está abandonando. Y he recordado por qué las asignaturas que más me gustaban de la carrera eran las de literatura. En inglés he leído novelas, teatro e incluso poesía (como en alemán). Algunos me han gustado y otros no tanto. Me leí ¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas? y decidí escribir una reseña conjunta del libro y de la película (Blade Runner); pero ese momento nunca llegó (ni el de ver a peli, ni el de escribir la reseña).

También he leído en español. He leído auténticas bazofias y grandes clásicos que no caducarán nunca. El mes pasado (re)leí El viejo que leía novelas de amor por obligación para el trabajo y cuando lo terminé, tuve la misma sensación que cuando se termina una buena serie, me quedé con ganas de más; aunque el final sea redondo, simplemente quería seguir disfrutando de una literatura tan buena. También leí Niebla de Miguel de Unamuno, que es un clásico que se estudia en Teoría de la literatura, pero nunca lo había leído; durante casi toda la novela me entraban unas ganas terribles de meterme dentro del libro y empezar a darle collejas al protagonista y no parar hasta que espabilara. Aunque me gustó mucho, me alegré de haberlo terminado (además ya sabía el final).

He leído más libros, pero ahora mismo no los recuerdo.

Pero con ninguno de estos libros he tenido la misma sensación que con Entra en mi vida. Es una de esas sensaciones que necesitas compartir, que no te puedes guardar.

Es un libro con algunos fallos de verosimilitud (la realidad es que los burros no vuelan; la verosimilitud es que cuando vuelan, las orejas se les van para atrás por efecto el viento y la inercia). Por ejemplo, al principio de la novela la protagonista tiene diez años, pero tiene reacciones de una persona adulta que quizá no chocarían tanto en alguien de no menos de 16 años (y ya estoy teniendo manga ancha), o en otro momento de la novela hace Selectividad y aprueba por los pelos, pero la nota le da para poder entrar en la Facultad de Medicina (cuando en TODAS las Universidades Medicina tiene una de las notas de corte más altas de todas las carreras, cuando no la más alta). Hay un momento en el que la familia se va en coche de Madrid a Alicante simplemente para almorzar y merendar, cuando de Madrid a Alicante hay casi cuatro horas en coche. ¿Es físicamente posible todo esto? Sí; pero es poco verosímil. Alguien mucho más sabio que yo dijo (o, seguramente, escribió) una vez que la diferencia entre la ficción y la realidad es que la ficción tiene que parecer real.

Y después de esta crítica negativa, todo lo demás: me ha encantado.

Se podría considerar una novela de misterio o incluso policíaca (aunque apenas hay policías). En la novela transcurren dos historias que está claro desde un principio (o al menos para mí lo estaba) que se van a cruzar, pero el lector no puede dejar de leer para averiguar cómo lo harán y por qué. Ahí está el quid de las novelas de misterio y la maestría de un buen escritor de ese tipo de novelas. Los personajes están bien construidos (sobre todo Ana, Betty y Verónica) y el ritmo hizo que estas tres noches no haya dormido mucho (me la empecé el sábado, después de fui de fiesta y cuando me desperté el domingo no pensaba en otra cosa que no fuera volver a coger el libro y seguir leyendo por donde me había quedado).

En resumen, os la recomiendo sin ninguna duda. Además, por lo que me han dicho, las demás novelas de esta escritora son igual de atrayentes, habrá que comprobarlo.

No hay comentarios: